Justo en ese instante, en que tu voz se quiebra, los dedos te tiemblan, y la mirada va bajando...
Justo en ese momento, ella aparece.
Y zas.
Justo en ese instante gritas su nombre, justo en ese instante alargas tus manos hacia ella, justo en ese instante te brilla la mirada.
Justo en ese instante, aparece Valeria.
Buenas noches, hermana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ehhhhhh, un considerado. Ya que cotillea, al menos me pone un comentario ;)