martes, 23 de noviembre de 2010

Quizá el amor, por muchos violines que le pongan, solo sepa bailar dando palmas.
Y las personas seamos distintas, ilógicamente adyacentes, aproximadamente normales
y todas, todas dispuestas al juego de la equivocación.
La pasión y sus toboganes entonces sean ese hundirse hacia abajo hasta que tocas fondo.
O el temor un conciso movimiento de flanqueo ajustado a los márgenes de la inteligencia.
Por eso ahí va el repiqueteo de tambores preludiando las 8 letras,
que siempre logro decir en premoniciones sin munición,
que las dejan finalmente en simple intento:

Te quiero.

Es decir, quería decirte.
Eso.


Buenas noches, bicho.

2 comentarios:

  1. Escandar y su poesía y su silencio.
    Bonito blog :)

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  2. me ENCANTAS y lo haras siempre ;)
    eres y seras mi gran pero pequeñito aliño para mi vida.
    Te quiero, lo sabes?

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Ehhhhhh, un considerado. Ya que cotillea, al menos me pone un comentario ;)